Según investigaciones, la “Tacañería” es un rasgo de personalidad patológica. Proviene de la palabra italiana Taccagno.
Una persona tacaña puede resultar un verdadero dolor de cabeza para quienes les rodean, ya sea amigo, familiar o pareja, debido a que, durante
toda su vida, solo piensan en ahorrar y les duele gastar parte de su dinero, para compartir o disfrutar y hacer sentir bien a los demás.
En buen dominicano, son personas a las cuales hay que darles duro por el codo a ver si sueltan.
Son capaces de privarse del más mínimo de los gustos, aun teniendo todos los medios para satisfacerlos, y a algunos de ellos les encanta disfrutar de lo que tienen los demás.
Tuve la mala suerte de conocer a una persona con estas características. Era poseedora de dinero y muchísimos bienes, pero fue capaz de pasar toda su vida cargando agua con una cubeta, subiendo varios escalones, pudiendo comprar la mejor bomba de agua que hubiese en el mercado.
Conocí a otra, que por no pagar a un obrero que le metiera un material a la casa, lo hizo ella sola, a pesar de tener problemas en los huesos, trayendo esto como resultado un desgarramiento que le ha producido todos los dolores y gastos médicos que ella jamás, en medio de su tacañería, previó.
De manera personal, siempre me aplico la expresión popular que afirma: “Lo que no se va en llantos, se va en suspiros”, y, además, lo que menos deseo en mi lista de amigos, son personas de este tipo.
Por Epifania de la Cruz (epifaniadelacruz@ gmail.com / www.renacerparatodos.net)
*La autora es psicóloga clínica
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