Moca, ciudad de historia, cultura y tradición, no solo ha sido cuna de grandes hombres y mujeres que han influido en la vida política y social de la República Dominicana, sino también de entrañables personajes populares, cuyas figuras pintorescas forman parte del imaginario colectivo y de la identidad pueblerina que da vida a sus calles, plazas y barrios.
Estas figuras pintorescas humildes, espontáneas y queridas por todos, representan la esencia del pueblo mocano: alegre, ingenioso, trabajador y solidario. Sus historias, transmitidas de generación en generación, han trascendido el tiempo y el espacio, convirtiéndose en símbolos culturales que aún hoy se recuerdan con afecto y orgullo.
Entre las figuras más recordadas por la comunidad mocana, se encuentran personajes como Chea Motoneta, el Malévolo, El Calvo, Farolito, Piocó, Fello El Tiguere, Juana Mecho, La Saga, Pedro Pata, Patefleco, José El Negrito de Caro, Miguel El Tonto, El Tole, Mario El Tiguere, Pavin, Chepe Vaso, El Tullio, El Españolito, Fanfán, Memeito El Carbonero, Golia, El Chivo, Negrito Tijerita.
También son parte de esta galería de personajes Piyoyo, Mayia, José Bomba, El Manicero, El Popular, Juan Miñá, Mañeco, Andrés Pata de Plomo, Luis Raposo, Matota, Pepla, La Mula, El Cuero de Mula, Pimpe, Roberto La Culebra, Juan El Pollo, Juan El Chato, Ramón Cabeza, Aristides El Colín, Papillón, El Sapo, Ramón Pata Larga, Chita La Mona, Fellito Come Huevos, El Morao, Pilao y otras tantas figuras populares.
Cada uno de ellos, desde su oficio o singularidad, dejó una huella en la vida cotidiana, en las costumbres y en el paisaje humano de Moca.
Estas figuras no solo animaron la vida del pueblo, sino que también aportaron a la identidad cultural de Moca, convirtiéndose en referentes de una época donde la convivencia, la creatividad y el humor eran parte del día a día.
Moca, tierra de gente laboriosa y culta, ha sabido preservar esa herencia intangible que la distingue en el Cibao. Los relatos sobre sus personajes pintorescos —narrados en las tertulias, en las esquinas o en las celebraciones patronales— siguen siendo parte esencial del alma mocana.
Hoy, nuevas generaciones de artistas, cronistas y comunicadores mocanos se esfuerzan por mantener viva la memoria de estos personajes, mediante programas radiales, exposiciones, murales y publicaciones culturales. La idea es que la tradición no se pierda y que cada mocano recuerde que en su pueblo, cada rostro tiene una historia y cada historia forma parte del patrimonio de todos.
Las figuras pintorescas de Moca son, en definitiva, los héroes cotidianos de una cultura que celebra la vida en comunidad. Ellos representan la sencillez, la nobleza y el espíritu alegre del pueblo mocano, cualidades que hacen de esta ciudad un espacio único en la historia cultural de la República Dominicana.
Moca, no solo es símbolo de civismo, progreso y educación, sino también de identidad popular. Sus personajes pintorescos, con sus gestos, frases y memorias, son la prueba de que un pueblo se reconoce también en aquellos seres sencillos que, con su paso por la vida, dejaron grabada una sonrisa en el corazón de todos.
Por Luis Ramón López