Los hábitos

Al ver este título podría pensarse que me voy a referir a las monjas, ya que el significado de esta palabra representa la vestidura usada por las órdenes religiosas.

Hoy hablaremos de los hábitos en los seres humanos, debido a que los mismos representan aquellas conductas que repetimos de manera inconsciente.

Ojalá pudiéramos detenernos a revisarlos, pues en ocasiones nos pueden ocasionar dificultades, por ejemplo, hay personas que acostumbran a dejar a los demás como generalmente decimos: “con la palabra en la boca”. Si no se percatan y cambian esa actitud, se podría interpretar como que no les interesa su conversación y sentirse ofendido.

Es importante que se sepa que todos tenemos hábitos, bonitos o feos, agradables o desagradables, pero lo ideal es que conozcamos cuál o cuáles poseemos y si es necesario hacerlos desaparecer.

Aprendí que un hábito necesita tiempo para formarse, esto es debido a que “El cerebro no asimila los cambios de golpe, lo hace de forma gradual, es por esto por lo que debemos repetir el mismo gesto durante 21 días para que el cerebro la pase a nuestra parte consciente, la convierta en aprendizaje y finalmente la almacene como un hábito”. https://wellwo.es/21-dias-consecutivos-la-clave-para-coger-el-habito/

Cuando estos son negativos y nos generan difucultades podemos utilizar algunas herramientas para cambiarlos, o en su defecto, desaparecerlos:

-Estar plenamente convencidos de que no hacer la modificación de lugar, nos puede traer consecuencias muy serias.

-Trazar un plan que debe seguirse sin poner excusas, luego de realizada una autoevaluación.

-Auto revisar cada cierto tiempo si estamos realizando lo que nos propusimos.

-Una vez lo hayamos logrado felicitarnos a nosotros mismos por lo logrado.

De manera personal, puedo dar testimonio del gran esfuerzo y sacrificio que significa para un ser humano erradicar un hábito, al que también le llamamos manía.

En mí era una costumbre decirle la verdad de manera cruda a la gente; llegó un momento en que entendí que la mayoría de las personas saben cuál es y se hacen los tontos, pero cuando se las decimos, en ocasiones se ofenden.

Para lograr modificar esto, he tenido que morderme la lengua, pero me he librado de involucrarme en situaciones que no son de mi competencia.

Mi invitación es a revisar esas cosas que hacemos de manera automática y que nos pueden involucrar en situaciones no deseadas.

Por Epifania de la Cruz (epifaniadelacruz@ gmail.com / www.renacerparatodos.net)

*La autora es psicóloga clínica

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