El drama de los migrantes (y 7)

En los 6 trabajos que hemos publicado sobre la situación de las fronteras en diferentes partes del mundo, nos podemos dar cuenta de la situación de vulnerabilidad de los migrantes y de los peligros a que se exponen , por las arriesgadas travesias que tienen que realizar, para poder llegar a su destino, trayectos en los cuales pueden ser agredidos, asaltados, abusados y ser víctimas  de violencia o de las bandas de trata y tráfico de personas, siempre pendientes de la debilidad de los migrantes.

Las fronteras  analizadas fueron las de Grecia y Turquia, Marruecos  y España, México y Estados Unidos, Myanmar y Bangladesh, República Democrática del Congo y Uganda y Ucrania, Polonia y Rumania, en todas estas fronteras el drama de los migrantes es altamente doloroso y es que las grandes migraciones humanas están relacionadas con fenómenos como el hambre, el desempleo, las guerras, las persecuciones políticas, étnicas religiosas, los cambios y catástrofes climáticas, y la trata de personas, entre otras razones.

Los grandes flujos migratorios tienen entre otras causas , dos que son las fundamentales la violencia y la situación económica, en la frontera  entre Grecia y Turquia los migrantes procedentes del medio oriente huyen de la violencia de sus paises y buscando una nueva calidad de vida, en la frontera Marruecos y España los migrantes procedentes del norte  y oeste de Africa , buscan mejores oportunidades y progreso económico para el y sus familias, en la frontera de México y los Estados Unidos, los migrantes  procedentes del triángulo norte Centroamericano y otros países huyen de la violencia y van tras el llamado sueño americano.

En la frontera Myanmar y Bangladesh los migrantes rohingias huyen de la persecución y la limpieza étnica ordenada por la junta militar que gobierna Myanmar, en la frontera entre la República Democrática del Congo y Bangladesh huyen de la violencia interna y los conflictos en esas repúblicas, en la de Ucrania,  Polonia y Rumania  huyen de la guerra, en fin a nivel general, existe una gran crisis migratoria, que pone al desnudo ,las vicisitudes, los peligros y las violaciones a sus derechos humanos a que se exponen los migrantes.

La migración y los desplazamientos forzosos han ido en aumento en el mundo,en 2020 el número de migrantes internacionales (personas que residen en un país distinto al de nacimiento) alcanzó aproximadamente 281 millones de migrantes ,una cifra equivalente al 3,6% de la población mundial, de estos el 48% son mujeres y 164 millones son trabajadores migrantes, estos datos de las Naciones Unidas, nos dicen que a nivel mundial la migración aumentó durante los últimos veinte años ( 2000 y 2020).

Este constante aumento de los flujos migratorios en el mundo es una gran realidad , en el 2000 fueron  173 millones, en el 2005 191 millones, en el 2010 220 millones ,en el 2015 248 millones y el 2020 281 millones, las cifras presentadas en el informe sobre migración 2022, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), presentan una tendencia ascendente de la migración en los últimos 50 años (1970-2020), la diferencia en este periodo es de 128 millones de migrantes desplazados en países distintos al de su nacimiento,

Las regiones que más migrantes han acogido en el 2022 son Europa con 87 millones, Asia 86 millones,  ambas regiones acogieron el 61% del total de los migrantes, América del Norte 59 millones,  equivalentes al 21% de la población migrante, África  25 millones  equivalentes al 9%, América Latina y el Caribe  14 millones correspondiente a 5% y Oceanía  8 millones para un 3%,en la actual etapa de globalización, la alta movilidad de los capitales y los avances en los medios de transporte, trabajo y comunicación, han impulsado los grandes flujos migratorios., que se están produciendo en la humanidad.

El drama migratorio se hace más fuerte ante la falta de oportunidades, la pobreza y la desigualdad y el éxodo de migrantes y desplazados forzosos impulsados por la violencia y las guerras va en aumento, con lo que  se ha ido creando una dramática situación humanitaria una gran cantidad  de ellos son  mujeres y niños,  los que los hace más vulnerables a situaciones que ponen en peligro su propia vida, por los terribles y arriesgados trayectos que recorren.

Esto es tan grave que solamente en el mar mediterraneo , que se ha convertido en un cementerio de migrantes , en este siglo XXI han muerto más de 40,000 personas tratando de cruzar por el mar a Europa, un tercio de los muertos eran menores cientos han perecido en el mar Egeo cruzando la frontera de Turquía y Grecia, miles han muerto en aproximadamente un año tratando de llegar a España a nado desde Marruecos un tramo bastante dificil, en la frontera México y Estados Unidos desde el año 2014,  más de 2.400 personas fallecieron tratando de cruzar la frontera.

En la frontera de Myanmar y Bangladesh han muerto más de 25,000 Rohingyas sometidos a una cruel represión, persecución, torturas y muerte , este hecho ha sido calificado por la ONU de cruel genocidio, en la frontera de la República democrática del Congo y Uganda centenares han fallecido por los naufragios ocurridos en el lago Alberto limitrofe con ambas naciones, a lo que debemos agregar el drama de millones de desplazados forzosos con motivo de la guerra entre Ucrania  y  Rusia.

Los millones de migrantes que huyen de la guerra y la pobreza en sus países de origen. se enfrentan a serios peligros en su búsqueda de asilo y una vida mejor, un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), “Fatal Journeys” (Viajes mortales), nos describe esta espeluznante realidad, ‘’Crece el número de fallecidos sin identificar, ya sea porque se desaparecen, porque sus cuerpos están en estado avanzado de descomposición o porque no cargaban documentos de identidad. “Esto quiere decir que decenas de miles de familias de inmigrantes perdidos viven en el limbo, sin saber la suerte de sus seres queridos’’.

A parte de estas dolorosas situaciones los migrantes tienen el difícil desafío de los trayectos que recorren los que llegan a sus destinos , La desprotección en que se encuentran incrementa su vulnerabilidad, es decir un aumento de los riesgos y la posibilidad de que sus derechos se vean dañados o su integridad afectada, lo que se agrava en los centros de detención con imnumerables deficiencias , algunos con falta de alimentos y agua, hacinamientos, tiempo indefinido de detención y políticas migratorias restrictivas, xenofobia, discriminación y tráfico de personas, son algunos de los principales riezgos que deben enfrentar  especialmente si son indocumentados.

La situación humanitaria de los migrantes ha sido tan grave, que el papa Francisco, ha denunciado «La guerra de nuestros días» es el drama de la inmigración, ‘’es el sufrimiento de hermanos y hermanas que no podemos callar”, llamando a superar la «indiferencia y el desprecio» hacia los migrantes, el sumo pontifice lamentó que muchos migrantes sean rechazados y terminen en «verdaderos campos de concentración», donde «las mujeres son vendidas» y «los hombres torturados» y «esclavizados”.

Los testimonios son desgarrantes Harun Ahmed es uno de los miles de jóvenes etíopes que en los últimos años han viajado a través del Sahara hasta Libia, y desde allí a Europa, en busca de una vida mejor, finalmente llegó a Alemania, pero solo después de sobrevivir tras meses de tortura y hambre a manos de tres traficantes de esclavos que compraban y vendían migrantes como si fueran ganado.

Mateo Reyes, un joven hondureño de 18 años, decidió junto a su familia irse a vivir a Estados Unidos por problemas económicos y actualmente forma parte de los miles de ilegales indocumentados que emigraron a materializar el «sueño americano», por éste motivo ingresó de forma clandestina por un costo de 15 mil dólares, a través de una persona que se encargaba de cruzar personas por la frontera. Con solo 15 años, Mateo, su madre y su hermano emprendieron ese riesgoso recorrido.

Esta familia hondureña siguió una ruta que salía de Honduras a Guatemala, de Guatemala a México y de ahí a Estados Unidos. «Íbamos muchas personas, niños y gente mayor, la odisea duró una semana. Caminaron por el desierto de Monterrey (México), se escondieron reiteradas veces para que las autoridades de Migración no los hallaran, dormían en el suelo, compartían habitación con más de 15 personas, estuvieron encerrados más de 14 horas en un camión con 60 personas, sin comida y a oscuras: «Fue triste porque la gente se desesperaba porque tenía claustrofobia y empezaban a llorar».

Los niños migrantes y desplazados se enfrentan a numerosas dificultades en el camino, en el lugar de destino y cuando regresan, generalmente porque existen pocas vías seguras y legales (o ninguna) para desplazarse con sus familias: pueden ser obligados a realizar trabajo infantil, a contraer matrimonio precoz, a estar expuestos a bandas de contrabando, sometidos a la trata de personas y estar en riesgo de violencia y explotación.

El sufrimiento y la exclusión de los niños migrantes y desplazados no solo es inaceptable, sino que además se puede evitar. Los niños, ante todo, son niños, sin importar por qué abandonaron su hogar, cuál es su lugar de origen, dónde se encuentran o cómo llegaron hasta allí. Cada niño merece protección, atención y toda la ayuda y los servicios necesarios para salir adelante.

Las mujeres como sector vulnerable sufren imnumerables calamidades y graves situaciones en los peligrosos trayectos que recorren principalmente por tierra o por vía marítima, las africanas por ejemplo antes de subirse a precarias embarcaciones para cruzar los 500 kilómetros que separan Libia de Sicilia (Italia), tienen que atravesar un infierno de 1.000 kilómetros desde el inicio del desierto libio hasta la costa, Pati, una joven nigeriana de 16 años lo dice de esta manera, «El viaje fue difícil porque teníamos que caminar. No había autos, cruzamos el desierto caminando dos semanas. A veces andábamos todo un día sin beber agua, a veces dos días».

Estamos ante una grave crisis migratoria, que si se trata con indiferencia y no se le pone la debida atención, puede llevar a una catástrofe humanitaria, por lo que se necesita eliminar todas las formas de discriminación contra los migrantes, fortalecer la aplicación de la ley y la justicia, condenar la xenofobia y el discurso de odio y la violencia, poniendo fin a los mensajes públicos negativos e inexactos , promoviendo la tolerancia y el respeto a los derechos humanos de los migrantes.

 La migración mundial ha sacado a millones de personas de la pobreza y fomentado el crecimiento económico, según concluye un nuevo informe del Banco Mundial, esto seria posible si se gestiona correctamente, no criminalizandola y fomentando una migracion segura, ordenada y regular, reconociendo el valor social, económico y la riqueza de la migración y los migrantes, lo que no significa que  se abran las fronteras para todos, independientemente de la soberanía o la seguridad, sino un compromiso de aprovechar la migración y la movilidad como una parte normal y beneficiosa de la economía mundial del siglo XXI.

Por Luis Fernández

*El autor es político y comunicador

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