Como es del conocimiento de todos los que me siguen, vivo en un populoso barrio de la parte alta de la ciudad, donde, sin proponérmelo, muchas veces me convierto en el centro de atracción. Por ejemplo, si estoy sentada en el frente de mi casa, casi todos los que pasan me ofrecen un cordial y respetuoso saludo.
Esto suele traer a mí mente recuerdos de mi niñez, como cuando me dejaban en casa de una tía de mi madre, que al ver como las amiguitas andaban detrás de mí, le decía a mi madre que tenía que meterme en “cintura,” debido a que yo era una niña muy “corsiera.”
Realmente, no he encontrado el significado de ese término, empleado por la tía, pero, al igual que eso la irritaba a ella en aquel entonces, actualmente, también en ocasiones, molesta a mi marido.
El tema viene a colación porque una chica, muy bullosa y activa, me invitó al Baby Shower de su primera nieta. Este evento la tiene a ella tan alborotada, que le sugerí prepararse, porque cuando vea a esa criatura, la veremos en el manicomio.
La actividad se llevó a cabo en la parte frontal de un almacén, es decir, en una (nave). La decoración estuvo perfecta y durante todo ese tiempo, realmente me hicieron sentir como una reina.
Cuando subí las fotos al grupo de mi familia, en las cuales había varios niños, saltando y haciendo diabluras, especialmente, un video donde uno de ellos estaba bailando un Dembow, que me gustó tanto, que no sé cómo aguanté las ganas de seguirle los pasos.
Tan pronto mi hija vio lo que le envié, me llamó y me preguntó qué hacían esos niños ahí, porque a los Baby Showers que ella ha asistido, estos no asisten, y entre los presentes, se realizan concursos con temas alusivos a la maternidad, que en esta ocasión también se realizaron.
Analizando la situación, en ambos casos, existen algunas diferencias, como, por ejemplo, un rico “sancocho.” Que disfrutamos. Realmente, en los barrios populares, a todo se le busca la vuelta. ¡Excelente el momento vivido!
Por Epifania de la Cruz (epifaniadelacruz@ gmail.com / www.renacerparatodos.net)