La aplanadora de Donald Trump

La «aplanadora Trump» ha vuelto a la Casa Blanca, dejando a su paso una estela de decretos ejecutivos y promesas audaces que amenazan con remodelar drásticamente el panorama político y social de Estados Unidos.

Desde su toma de posesión el 20 de enero de 2025, el presidente Donald Trump ha demostrado su determinación para cumplir con su agenda «America First» sin contemplaciones.

Trump ha lanzado una ofensiva sin precedentes contra la inmigración ilegal. Ha declarado una emergencia en la frontera sur, implementando medidas restrictivas que facilitan las deportaciones y dificultan el acceso al asilo.

Su retórica xenófoba, que fue el eje de su campaña, se ha materializado en políticas concretas que amenazan con socavar los principios humanitarios que han caracterizado tradicionalmente a Estados Unidos.

El presidente ha anunciado la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de Canadá y México, y un 10% adicional a las provenientes de China. Esta medida, justificada como parte de su lucha contra la inmigración ilegal y el narcotráfico, podría desencadenar una guerra comercial con consecuencias devastadoras para la economía global y el bolsillo de los consumidores estadounidenses.

En su cruzada contra la «agenda verde», Trump ha declarado una emergencia energética, relajando las protecciones medioambientales en favor de la industria petrolera. Ha retirado a Estados Unidos del Acuerdo de París y eliminado regulaciones que buscaban reducir las emisiones contaminantes de los automóviles. Estas decisiones podrían tener consecuencias catastróficas para el medio ambiente a largo plazo.

Trump ha adoptado una postura aislacionista y unilateral, abandonando organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud y renegando del acuerdo de la OCDE sobre impuestos a multinacionales. Sus amenazas de apoderarse del Canal de Panamá y su renovado interés en comprar Groenlandia reflejan una visión expansionista y agresiva de la política exterior estadounidense.

La «aplanadora Trump» avanza implacable, desafiando normas, instituciones y acuerdos internacionales. Su visión de un Estados Unidos «grande otra vez» parece implicar un retroceso en derechos civiles, protección medioambiental y cooperación internacional.

Mientras sus seguidores celebran esta nueva «edad de oro», muchos temen que estas políticas puedan erosionar los cimientos democráticos de la nación y su posición de liderazgo global.

El tiempo dirá si la «aplanadora Trump» construye un nuevo orden o deja tras de sí un paisaje de destrucción institucional y polarización social.

Por Luis Ramón López

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