Altos niveles de criminalidad y violencia hacen de Moca una ciudad insegura

Moca, Espaillat.-Los altos niveles de delincuencia que afecta a esta ciudad, la región y el país, ha obligado a la población a tomar las medidas protectoras y de seguridad para evitar ser alcanzado por la criminalidad.

La inquietud fue externada por ciudadanos tras el asesinato del vigilante Ramón Polanco Hiciano alias Chucho, de 46 años, ultimado a plena luz del día, en el lugar donde prestaba su servicio en una entidad financiera de esta ciudad, quienes expresaron se sienten inseguros.

“La población ya a partir de las 7:00 y las 8:00 de la noche, no hay nadie en las calles, la gente siente temor, la inseguridad es palpable y brutal”, explican algunos de los consultados por este redactor.

Sostienen que este evento y otros hechos de violencia criminal que llaman la atención, y que han arrebatado la paz y el sosiego a la familia y a la población trabajadora, el gobierno tiene que enfrentarlo a como dé lugar.

Explican que esta criminalidad y violencia que cubre todo el país, municipios, parajes, provincias, como fenómeno social, tiene que ser tratado y estudiado a profundidad por las autoridades del gobierno, ya que se está llevando a gente inocente e inhabilitada para defenderse de los criminales.

El nombrado, Erandy de Jesús Martínez Diloné, dominicano, de 26 años de edad, residente en Los López III, Moca, es la persona señalada por la Policía Nacional, como el presunto autor del hecho donde resultó muerto el seguridad de una entidad financiera de Moca.

Mediante un allanamiento la PN ocupó las prendas de vestir presuntamente utilizadas al momento de cometer el hecho, así como también la presunta arma homicida (revólver) y la motocicleta.

Martínez Diloné, quien se entregó a las autoridades policiales y del Ministerio Público, estaba siendo requerido con orden de arresto No. 598-01-2023-SARR-00235, por un caso de homicidio.

Este municipio de Moca, perteneciente a la provincia Espaillat, es asediado por hechos de violencia, criminalidad y muerte, que se atribuyen a bandas rivales en sectores de esta población que cuentan importantes puntos de ventas de drogas.

Por Luis Ramón López

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