Como siempre he estado consciente de que soy un ser humano, en ocasiones impredecible, hoy, me desperté tarareando para mí, unas hermosas canciones navideñas, de esas que se solían escuchar en las emisoras de radio, las personas que entonces no se consideraban tan “pobres,” pues tenían la posibilidad de tener un radio en la casa.
Entre esas personas, estaba nuestro protector: Marcelino, o más bien, “Ñoño,” como le decían todos los que le conocían. Era un hermano de mi madre, siempre nos cuidó, tanto a ella, como a mí, percatándose de que no tuviéramos muchas precariedades. Trabajaba como chef, en un prestigioso hotel de la ciudad.
El, si mal no recuerdo, era la única persona en nuestro sector que tenía un tocadiscos, llamados también “picot,”. Algunos tenían sus aparatos de radio, y en las emisoras, se podía escuchar a menudo, una canción que siempre llamó mi atención, y que hoy le canté un pedacito a mi marido, y juntos, llegamos a la conclusión de que nuestros jóvenes, salvo honrosas excepciones, jamás podrán tener ese privilegio.
Las emisoras de radio difícilmente colocan ese tipo de canciones, aunque siendo honestos, debemos entender que soplan otros tiempos, ellos son adictos al celular y difícilmente se detengan a disfrutar esas letras.
He aquí una estrofa de esta hermosa canción de la orquesta Billo’s Caracas Boys, que siempre se escuchaba en nuestras emisoras, en esta época tan especial:
“Letra de «Navidad Que Vuelve»
[Coro]
Navidad que vuelve, tradición del año
Unos van alegres y otros van llorando
Navidad que vuelve, tradición del año
Unos van alegres, otros van llorando
[Verso 1]
Hay quien tiene todo, todo lo que quiere
Y sus Navidades siempre son alegres
Hay otros muy pobres que no tienen nada
Son los que prefieren que nunca llegara
[Coro]
Navidad que vuelve, tradición del año
Unos van alegres y otros van llorando
Navidad que vuelve, tradición del año
Unos van alegres, otros van llorando.”
Traigo un ramillete, traigo un ramillete de un lindo rosal
Un año que viene y otro que se va
Un año que viene y otro que se va
Vengo del olivo, vengo del olivo, voy pa’l olivar
Un año que viene y otro que se va
Un año que viene y otro que se va
Traigo un ramillete, traigo un ramillete de un lindo rosal
Un año que viene y otro que se va
Un año que viene y otro que se va
Dime que me quieres, dime que me quieres, que me adoras más
Un año que viene y otro que se va
Un año que viene y otro que se va.
Fue una época maravillosa, con muchas precariedades, pero éramos muy felices, sin tanta tecnología, y las drogas no jugaban un papel tan protagónico como en este tiempo.
¡Afortunados los jóvenes que vivimos ese ayer!
¡Éramos felices y no lo sabíamos!
Por Epifania de la Cruz (epifaniadelacruz@ gmail.com / www.renacerparatodos.net)