Hijo fuiste, padre serás

Las personas que, aun alcanzando un alto nivel de estudios, tenemos la dicha o la desdicha de vivir en barrios populares, donde el consumo de drogas, es casi siempre protagonista de muchas situaciones desagradables que a diario se presentan, tendemos a acostumbrarnos a que nuestros ojos, dejen de sorprenderse de muchas cosas, que para otros serían insólitas.

Conocí una familia, donde los integrantes de la misma, eran  siete, estando compuesta por los padres y cinco hijos. 

Todos vivían en dos cuartitos, y compartían un pequeño baño que había en el fondo del patio, el cual también  era usado por los demás inquilinos que ocupaban otras piezas con similares situaciones.

En esta familia en particular, había una sola hembra, la cual siempre mostró un alto grado de rebeldía, frente a un padre vago y charlatán, que dejaba prácticamente todo el gasto de la casa, bajo la responsabilidad de la mujer.

Los padres nunca pudieron controlar la conducta de la joven, quien desde muy pequeña mostró inclinación hacia su propio sexo.

Pasaron los años, esta se hizo adolescente, y nunca se supo quien la embarazó. Tuvo su hijo, empezó a realizar cualquier tipo de trabajo para buscarle el pan de  cada día, pero siempre mostró una conducta irrespetuosa hacia los padres, delante del niño. Más adelante consiguió un cuartito, convirtiéndose en vecina de los padres, con las míseras condiciones ya descritas, donde empezó a compartir la única cama que tenía, con el niño y una bella novia que se consiguió.

Han pasado muchos años, ya el joven tiene pareja, no siente ningún respeto por su madre, la menosprecia, e inclusive se niega a darle de comer, aun teniendo comida.

Lo más triste del caso, es que deambulando por las calles, endrogada, tuvo un problema, con un delincuente, el cual le propinó muchísimos golpes. Ella puso  la denuncia, pero la familia del mismo, le ofreció cierta suma de dinero, el cual ella aceptó, pero el hijo lo cobró, le dio una ínfima cantidad, y cuando ella le reclamó, faltó poco para que la golpeara.

No justifico al hijo, pero fue criado en un ambiente donde el respeto estaba ausente, pero este, quizás sin proponérselo, está exhibiendo delante de un niño que tiene, la acción de irrespeto aprendida. Es casi seguro que se repita la acción. ¡Qué pena!

Por Epifania de la Cruz (epifaniadelacruz@ gmail.com / www.renacerparatodos.net)

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