Moca merece una ciudad moderna y viva que reanime su pasado

Moca, tierra de historia, cultura y gente trabajadora, vive hoy un momento de pausa, como si su corazón urbano latiera con menos fuerza. El casco histórico que en otros tiempos fue punto de encuentro, de paseo y orgullo, hoy parece apagado, falto de motivación y visión. Y sin embargo, Moca tiene todo para volver a brillar: su gente, su legado y su potencial.

Es hora de apostar por una ciudad moderna, alegre y viva, que recupere ese espíritu mocano que se paseaba con orgullo por sus calles, que sentía los parques como parte de su hogar y disfrutaba del calor humano en cada esquina.

El entorno que rodea al casco urbano no puede seguir siendo un espacio olvidado o indiferente. Tiene que transformarse en un imán para la vida social, cultural y económica.

Una ciudad moderna no es solo cemento nuevo. Es movilidad amigable, espacios verdes, cultura viva, iluminación atractiva, seguridad y limpieza. Es infraestructura con sentido humano. Es arte en las paredes, historia en los monumentos y vida en los parques. Es ver niños corriendo, jóvenes creando, adultos disfrutando y ancianos recordando con orgullo.

Recuperar el esplendor de Moca no es una tarea imposible. Requiere voluntad política, participación ciudadana y una visión compartida. Se necesita un plan urbano que conecte el pasado glorioso con un futuro esperanzador, donde el desarrollo no borre la memoria, sino que la resalte. Donde la modernidad no excluya, sino que invite.

No se trata solo de embellecer, sino de motivar al mocano a volver a hacer suya la ciudad. Que sienta orgullo al caminar por ella, al mostrarla, al vivirla. Que cada calle vuelva a contar historias, que cada espacio recupere su razón de ser: servir a la comunidad y reflejar su identidad.

Moca, no necesita ser otra ciudad; necesita ser más y mejor ella misma. Con alma, con dinamismo, con vida. Y ese renacer urbano debe comenzar ahora.

Por Luis Ramón López

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