Chacabanas para la foto, pero El Badén que espere

En la República Dominicana, las prioridades del gobierno del cambio a menudo parecen incomprensibles, resulta que el Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX) ha anunciado una inversión de RD$18,396,870 en la adquisición de 3,215 chacabanas para la próxima Cumbre de las Américas.

Mientras tanto, comunidades como Bayacanes, Monte Grande y El Hatico, en La Vega, siguen esperando que las autoridades ofrezcan una solución definitiva para el colapsado puente sobre el río Camú, una infraestructura vital que ha sido objeto de reparaciones temporales desde el año 2001.

El puente El Badén, que conecta varias comunidades rurales con el centro de La Vega, ha colapsado en múltiples ocasiones debido a las crecidas del río Camú. A pesar de las promesas de reconstrucción y las intervenciones temporales, los residentes continúan enfrentando dificultades para transportar productos agrícolas y acceder a servicios esenciales. Recientemente, la alcaldía de La Vega, junto a un empresario local, inició la construcción de un nuevo puente, pero los ciudadanos exigen que, de una vez y por todas, se realice una obra de calidad que resista las inclemencias del tiempo.

Mientras tanto, el MIREX ha detallado que la compra de chacabanas incluye 142 de lino para hombres y 188 para mujeres, a un costo unitario de RD$12,001, así como 1,960 de algodón para hombres y 925 para mujeres, a RD$5,004 cada una. Esta adquisición forma parte de los preparativos para la Décima Cumbre de las Américas, que se celebrará en noviembre.

El contraste entre la inversión en vestimenta protocolar y la falta de soluciones permanentes para infraestructuras en estado crítico, como es el caso del puente en cuestión, ha generado críticas entre los ciudadanos, quienes sienten que sus necesidades básicas son relegadas en favor de eventos protocolares internacionales.

En un país donde las lluvias suelen aislar a comunidades enteras y poner en riesgo vidas humanas, la prioridad debería ser garantizar la seguridad de todos los ciudadanos.

La inversión en chacabanas puede embellecer la imagen del país ante la comunidad internacional, pero no resuelve los problemas cotidianos de quienes dependen del buen funcionamiento de sus infraestructuras.

Es hora de que las autoridades reconsideren sus prioridades y enfoquen los recursos en proyectos que realmente mejoren la calidad de vida de la población, asegurando cada puente, en cada comunidad.

Por Daniel Rodríguez González

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