Pacientes con insuficiencia renal crónica ante la amenaza del coronavirus

El Coronavirus (COVID19) es una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2 que fue detectado por primera vez en la ciudad de Wuhan, China. Esta enfermedad produce síntomas similares a los de una gripe común, pero trae adicionalmente complicaciones respiratorias que podrían causar la muerte a millares de personas.

Sabemos que son millares los contagiados y los fallecidos desde que se detectó la enfermedad y

se expandió por todo el mundo.   A diferencia de otros virus gripales, el COVID19 es altamente contagioso debido, entre otras cosas, a que puede permanecer activo hasta 4 días sobre superficies como el metal, la madera o el cristal.

A causa de su carácter sumamente contagioso, este se ha propagado rápidamente por todo el mundo. Latinoamérica no es la excepción y los diferentes países están tomando medidas severas para contenerlo.

La población que ha padecido Enfermedad Renal Crónica, en especial los pacientes con tratamiento renal sustitutivo (Hemodiálisis), forman parte del grupo con mayor riesgo de presentación clínica grave y mortalidad asociada a este virus.

Esto es producto de la debilidad de su sistema inmunológico y la alta probabilidad de diseminación del virus en el lugar donde reciben el tratamiento renal. De la misma manera, aquellas personas que sean afectados de gravedad por el COVID19 tienen una alta probabilidad de presentar problemas renales agudos, por lo cual necesitaría de tratamiento renal sustitutivo.

Es por esta razón que quisiéramos compartir algunas recomendaciones importantes que deben ser tomadas en cuenta por el personal médico y por los pacientes:

Aplicar las medidas universales de prevención y seguridad. El lavado de las manos y la limitación del contacto físico, deben practicarse con rigurosidad y de forma permanente, tanto por el personal médico como por el paciente.

Evaluar al paciente. El paciente debe ser evaluado a su llegada a la Unidad de Hemodiálisis. Se debe realizar el control de temperatura y verificar que no existan síntomas relacionados con el virus. En caso de presentarse los síntomas, se deberá seguir de inmediato con el procedimiento establecido por las autoridades sanitarias.

Vestimenta y equipamiento de seguridad. Al llegar a la unidad, el paciente deberá recibir una mascarilla y guantes para evitar el contagio o la propagación del virus. Es importante recordar que, en algunos casos, este virus se presenta sin síntomas, por lo que, aunque el paciente ya infectado no manifieste síntomas, aun así, podría contagiar a otros.

Educar al paciente. El personal médico debe educar al paciente acerca del virus, instruyéndole las prevenciones que debe tomar y cuáles son los síntomas que pudiera presentar en caso de ser portador del virus. Además, es importante tener la información a la vista y disponible para que los pacientes puedan estar bien documentados acerca de la enfermedad.

Limitar accesos a las unidades. Debe restringirse el número de personas que acompañan al paciente. Cualquier reparación o trabajo a realizarse en la unidad deberá hacerse tomando todas las precauciones de salud y sin pacientes en la misma.  Estas medidas deben ser acompañadas de prudencia, moderación y la precaución necesaria que nos ayudarán a contribuir con la salud y cuidado de nuestros pacientes renales.

Un aporte de: Clinimed S.R.L. Productos Farmacéuticos, Médicos y Hospitalarios.

Dr. Ramón Barreiro, Dra. Gertrudis de la Cruz, Dra. Jovanna Paulino, Dr. Rafael Pión.

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