Las armas nucleares y atómicas de destrucción masiva representan una amenaza y un retroceso para la continuación y permanencia en el planeta de la civilización humana. Fueron creadas en 1942, durante la segunda guerra mundial, en los Estados Unidos, con la intención de destruir grandes cantidades de personas y territorios.
En la actualidad, la efectividad de este tipo de arsenal atómico y nuclear, con el avance tecnológico y científico logrado hasta el momento, representan un peligro latente en contra de la existencia y permanencia de todo tipo de vida animal y vegetal en todo el planeta.
Su uso, actualmente se encuentra cada vez más cerca, no sólo por el conflicto entre Rusia y Ucrania, sino también por la posible escalada en el conflicto entre India y Pakistán, ambos poseen arsenales atómicos y nucleares. Recientemente Rusia realizó ejercicios de su arsenal nuclear subiendo de tono el conflicto que sostiene con ucrania, activando las alertas en toda Europa.
La gran preocupación e interrogante de cara al futuro y continuidad de la civilización humana es si, “es aún necesaria la existencia de estas armas¬.” Nunca antes la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma”. Lo lamentable es que todavía existen lideres de las potencias mundiales que buscan soluciones de conflictos y diferencias a través de las guerras.
“La guerra es un fracaso de la política y la humanidad” expresaba el fenecido Papa Francisco. Lo real es que, la humanidad parece no haber aprendido nada del paso de dos guerras mundiales y todas las secuelas, consecuencias y heridas que estas han dejado a su paso, como lo fue el Holocausto de los alemanes en contra de los judíos.
Desgraciadamente, y es lo que se ha podido comprobar, sobre todo a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania, es que la misma termina afectando a muchos países que se encuentran fuertemente conectados entre sí, en toda Europa, pero también en América, Asia y África.
Al parecer, la continuación de la existencia de estas armas nucleares y atómicas continuará amenazando la destrucción total de la humanidad, es la excusa de los actuales lideres mundiales como un “mantenimiento del equilibrio de poder en el planeta” y no muestran el más mínimo ápice moral o humanitario.
Todo lo contrario, en el actual conflicto entre Rusia y Ucrania, muchos lideres de otras naciones, en lugar de mediar para la paz, ofrecen armas y recursos para que el conflicto se alargue y mantenga por más tiempo. La permanencia de estas armas son una vergüenza, pero también una gran estupidez por parte de estas potencias mundiales.
La eliminación de esas armas atómicas y nucleares de destrucción masiva, representan un gran desafío para el bien común de la humanidad y una oportunidad para lograr un poco de equidad, como la erradicación del hambre y el desarrollo de los países más pobres.
Quizá estemos a tiempo de retomar los pasos dados al inicio del despertar de la humanidad, “el destino no pario la miseria en la que vivimos” fue la decisión de miles de hombres y mujeres que extraviaron los pasos en los inicios de nuestra civilización.
“La humanidad tiene la oportunidad, ahora, de cambiar todo lo que deba ser cambiado, de emanciparse y lograr que todos los hombres y mujeres sean tratados como seres humanos”. No existe posibilidad alguna de sobrevivir ante la amenaza de un tercer conflicto mundial. Nuestra especie corre el peligro de perecer sin transcender en lo esencial.
Los dueños del planeta tienen una deuda pendiente con la justicia, ya algunos han empezado a reconocer su culpa con el atraso de otros. Es el momento de desafiar fuerzas poderosas y contrarias a la equidad de los países más pobres y atrasados, es la única vía posible para contrarrestar la madre y raíz de todos los conflictos en el planeta, la desigualdad.
Por Ebert Gómez G.