Senasa, la factura política que el PRM y Abinader podrían pagar en 2028

El caso SENASA se ha consolidado como uno de los episodios más sensibles y costosos para el gobierno del presidente Luis Abinader y para el Partido Revolucionario Moderno (PRM).

Más allá de las explicaciones oficiales y de los debates técnicos sobre el sistema de salud, el tema ha calado hondo en la percepción ciudadana, transformándose en un símbolo de desencanto, frustración y pérdida de confianza en la gestión pública.

En política, la percepción suele pesar tanto como los hechos. Para una parte importante de la población, SENASA representa la contradicción entre un discurso de protección social y una realidad que, según denuncias de sectores sociales y opositores, dejó a miles de dominicanos en situación de vulnerabilidad extrema.

Este contraste ha generado un alto costo político que, con el paso del tiempo, amenaza con convertirse en un lastre electoral difícil de revertir.

La salud es uno de los temas más sensibles para el electorado dominicano. Cuando un gobierno es percibido como incapaz de garantizar atención oportuna y digna, el impacto emocional supera cualquier logro económico o administrativo.

En ese contexto, el caso SENASA ha sido asumido por amplios sectores como una deuda moral del Estado con su gente, una herida que no se cierra con discursos ni con promesas tardías.

Analistas coinciden en que este episodio podría jugar un papel determinante en las elecciones de 2028. La oposición ha encontrado en SENASA un argumento poderoso para cuestionar la gestión del PRM, mientras que el oficialismo enfrenta el desafío de reconstruir la credibilidad perdida en un área vital para la población.

El impacto político ha sido profundo. El gobierno y el Partido Revolucionario Moderno (PRM), se encuentran, según analistas, en una posición defensiva frente a una opinión pública cada vez más crítica.

La gestión del caso SENASA, ha sido descrita por sectores y la población como un punto de inflexión que podría marcar el rumbo de futuros procesos electorales, al erosionar la confianza ciudadana en la capacidad del Estado para garantizar un derecho fundamental como es la salud.

El presidente Luis Abinader y el PRM, cargan hoy con un pasivo político que trasciende el presente mandato. Aunque el tiempo político suele diluir crisis, hay casos que permanecen en la memoria colectiva, especialmente cuando están vinculados a la vida y la salud de las personas. SENASA amenaza con convertirse en uno de esos casos emblemáticos.

Si el gobierno no logra ofrecer respuestas convincentes, sanciones claras y reformas profundas que devuelvan la confianza al sistema, el tema podría consolidarse como un factor decisivo para un eventual cambio de poder en 2028. En política, las urnas suelen convertirse en el espacio donde la ciudadanía pasa factura.

El costo político del caso SENASA no se mide únicamente en encuestas, sino en la erosión silenciosa de la confianza ciudadana. De mantenerse la percepción de abandono y falta de responsabilidad, este episodio podría convertirse en uno de los principales detonantes de una derrota electoral del PRM en 2028, marcando un antes y un después en la historia política reciente de la República Dominicana.

Por Luis Ramón López

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