Moca, Espaillat.-En la comunidad de La Soledad, municipio de Moca, un profundo derrumbe en el tramo carretero que conecta con Cayetano Germosén y otras zonas productivas mantiene en estado de alarma a los residentes, quienes claman con urgencia por la intervención de las autoridades gubernamentales ante el progresivo y alarmante deterioro de la vía.
Lo que comenzó como un pequeño deslave en el año 2010, ha evolucionado en una amenaza inminente para la vida de quienes transitan por la zona. Hoy, el colapso del terreno ha dejado inhabilitado por completo el paso de vehículos de cuatro ruedas, mientras motociclistas y peatones arriesgan su integridad física al intentar cruzar por un estrecho y peligroso margen, bordeado por un profundo vacío.
El tramo afectado está ubicado justo frente al centro educativo “Oliverio Espaillat Hernández”, donde diariamente asisten 232 niños en los niveles inicial, básico y medio.
La situación ha encendido las alarmas entre padres, docentes y residentes, quienes ven con creciente temor cómo el deterioro de la carretera pone en riesgo la vida de los estudiantes y demás transeúntes.
“Estamos viviendo una pesadilla. Hay que ver cómo los niños tienen que caminar al borde del abismo para llegar a clases. No podemos esperar que ocurra una tragedia para que se actúe”, exclamó un residente en la zona.
En los últimos días, se han reportado varios incidentes de vehículos que han caído al vacío, lo que ha incrementado el miedo colectivo y generado indignación entre los pobladores.
Agricultores de la zona también han expresado su preocupación, ya que esta vía representa una conexión vital para el transporte de productos hacia los mercados de Moca y otras comunidades vecinas.
Hasta el momento, los esfuerzos de las autoridades han sido nulos, según los residentes. Aunque en múltiples ocasiones han solicitado la intervención del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, no se ha ejecutado ninguna obra de reparación ni se ha establecido un plan de emergencia.
Los habitantes de La Soledad, exigen con carácter urgente una solución definitiva, antes de que este tramo colapse por completo y caiga cobre vidas humanas. “No queremos lamentar muertos, queremos soluciones”, explicaron conductores y agricultores.
Comentan que el gobierno y sus autoridades vienen y chequean y se quedan solo en promesas. No hacen nada. Si no arreglan esta carretera, por aquí por la Soledad, no habrá quien cruce y habrá que dar la vuelta por Zafarraya, La Chancleta o cualquier otro sitio, ya no habrá cruzadero por aquí.
La situación en La Soledad, refleja una vez más la necesidad de atención estructural a las comunidades rurales, cuyos caminos, a menudo olvidados, son esenciales para la movilidad, la educación y la economía.
Por Luis Ramón López