Santo Domingo. – El presidente del Partido Demócrata Institucional (PDI) y diputado al Parlamento Centroamericano (Parlacen), Ismael Reyes, hizo un llamado enérgico a los partidos de oposición para que respondan de manera responsable al diálogo convocado por el presidente Luis Abinader, con el fin de enfrentar de forma conjunta la creciente crisis migratoria derivada de la situación en Haití.
En un comunicado enviado a la redacción de Dominicano Ahora, Reyes aseguró que la República Dominicana atraviesa una de las coyunturas más críticas de su historia reciente debido al éxodo descontrolado de ciudadanos haitianos, lo que, a su juicio, representa una amenaza directa a la soberanía nacional, la seguridad y la estabilidad económica y social del país.
“En tiempos de crisis, los verdaderos líderes no se parapetan detrás de trincheras partidistas, sino que asumen la altura moral y política que las circunstancias exigen”, expresó el dirigente político.
Reyes enfatizó que el llamado al diálogo hecho por el jefe de Estado no debe interpretarse como un gesto simbólico, sino como un ejercicio de madurez democrática y de responsabilidad patriótica. En ese sentido, advirtió que desoír la convocatoria sería no solo un error político, sino una «irresponsabilidad histórica».
El presidente del PDI subrayó que el colapso institucional en Haití, agravado por la violencia de las bandas armadas, ha generado una presión migratoria sin precedentes sobre el territorio dominicano, lo cual —según sus palabras— ha saturado los servicios públicos, afectado la estabilidad laboral y agudizado las tensiones sociales.
“La magnitud del problema excede las capacidades de un solo partido o gobierno. Urge una estrategia de Estado, no de coyuntura, y esa solo se construye sobre la base del consenso nacional”, insistió.
Asimismo, Reyes señaló que la oposición no puede limitarse a criticar desde la distancia mientras el país enfrenta una crisis de tal envergadura. A su juicio, los partidos opositores tienen el deber de sumarse al diálogo y aportar soluciones concretas en la formulación de un plan nacional de defensa migratoria.
El dirigente político enfatizó que participar en el diálogo no representa una rendición ante el oficialismo, sino una manifestación de compromiso con la nación.
“La defensa de la soberanía no tiene color político. Rechazar el diálogo sería regalarle la bandera a la indiferencia frente a un tema tan grave para el futuro de nuestra nación”, alertó.
Finalmente, Reyes instó a los actores políticos a actuar con visión de futuro y sentido de grandeza, dejando de lado los intereses particulares en favor del bien común.
“La historia está en marcha, y juzgará con severidad a quienes, por mezquindad o miedo, decidan quedarse al margen en momentos en que se requiere del concurso de todos”, concluyó.
Por Roberto Tiburcio