El 4 de julio de 1776 nace Estados Unidos, la Nación que cambió el mundo

Nueva York.-El 4 de julio de 1776, hace 249 años, marcó un punto de inflexión no solo para los Estados Unidos de América, sino también para la historia del mundo.

En esa fecha, trece colonias británicas en América del Norte, proclamaron su independencia del Imperio británico mediante la Declaración de Independencia, adoptada por el Segundo Congreso Continental en Filadelfia.

Redactado principalmente por Thomas Jefferson, el documento no sólo selló el nacimiento de una nueva nación, sino que también sembró los ideales de libertad, soberanía popular y derechos humanos que hoy siguen inspirando a millones en el mundo.

A lo largo de casi 250 años, este evento ha tenido consecuencias profundas en los planos social, económico, político y humano, tanto en la región como en el resto del mundo.

El 4 de julio de 1776 significó el fin del dominio colonial y el inicio de una república basada en principios democráticos. Este hito sirvió de ejemplo a numerosos movimientos de independencia en América Latina, Europa y otras partes del mundo.

El ideal de que “todos los hombres son creados iguales” y que los gobiernos deben existir por el consentimiento de los gobernados, se convirtió en una inspiración revolucionaria global.

Un ejemplo: La Revolución Francesa de 1789 y las independencias hispanoamericanas en el siglo XIX vieron en el caso estadounidense un modelo viable de autodeterminación y organización política.

La independencia abrió un debate sobre los derechos individuales, la abolición de privilegios aristocráticos y la igualdad ante la ley. Aunque el proceso de inclusión fue lento y plagado de contradicciones (como la persistencia de la esclavitud), el 4 de julio se convirtió en un símbolo de liberación social.

El historiador estadounidense Gordon S. Wood, afirma que “la revolución americana alteró la relación entre los ciudadanos y su gobierno más profundamente que cualquier otro evento político anterior en la historia moderna”.

Con la independencia, las nuevas estructuras políticas fomentaron la propiedad privada, el comercio libre y la expansión económica de EE.UU. pronto se transformó en una economía capitalista basada en la industria, la innovación y el mercado interno, sirviendo como un laboratorio de ideas económicas liberales.

Este modelo influyó en el auge del libre comercio, el sistema bancario moderno y la expansión económica de Occidente durante los siglos XVIII y XIX.

La Declaración de Independencia introdujo el concepto de derechos inalienables: vida, libertad y la búsqueda de la felicidad. Esta idea marcó un antes y un después en el reconocimiento de la dignidad humana como base del orden político.

Aunque originalmente excluía a mujeres, afrodescendientes y pueblos originarios, con el tiempo estos principios sirvieron como plataforma para luchas sociales, desde el movimiento abolicionista hasta los derechos civiles en el siglo XX.

La Independencia de Estados Unidos: un legado para el mundo

El 4 de julio es hoy más que una fecha estadounidense. Es un símbolo universal de libertad, resistencia y soberanía. En tiempos de crisis democrática y autoritarismo, su legado cobra renovada importancia.

Como expresó Barack Obama en uno de sus discursos conmemorativos: “El 4 de julio no celebra un pasado perfecto, sino el impulso de un pueblo para construir una unión más perfecta.”

A casi dos siglos y medio de aquel acto fundacional e histórico para la humanidad, la Independencia de los Estados Unidos, sigue resonando en cada rincón del planeta como una afirmación de los ideales que dieron origen al mundo moderno.

Su valor no reside solo en el hecho histórico, sino en la vigencia de sus principios y el poder transformador de la libertad cuando es defendida con convicción y visión de futuro.

Por Luis Ramón López

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