Moca, Espaillat.-El dirigente popular de Los Peregrinos de Moca, Juan Comprés (Guanchy), denunció el preocupante estado de deterioro prematuro que presenta el asfaltado de la carretera Monte de la Jagua, una obra reciente a cargo del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), la cual conecta al municipio de Moca con el Aeropuerto Internacional del Cibao en un trayecto de apenas 10 minutos.
Según Comprés, a escasos meses de su reconstrucción, la vía ya muestra grietas, hundimientos y signos evidentes de desgaste, lo que pone en entredicho la calidad de los materiales utilizados y la supervisión técnica durante su construcción.
“Es inaceptable que una obra nueva, que supuestamente fue hecha con estándares modernos, ya esté mostrando estos vicios de construcción. Eso indica que algo anda mal en la forma en que se están ejecutando estas obras públicas”, expresó el dirigente comunitario.
La denuncia también abarca otras carreteras de la zona, como las de La Manzana y comunidades aledañas, las cuales presentan condiciones similares de deterioro, a pesar de haber sido entregadas recientemente por el gobierno.
“Esto no es un caso aislado, es un patrón de obras mal hechas, que no resisten el paso de los meses. El pueblo está siendo engañado con asfaltados cosméticos que se desmoronan con la primera lluvia”, agregó Comprés.
El líder del movimiento social exigió al MOPC y a las autoridades responsables realizar una auditoría técnica independiente para determinar las causas del daño, y aplicar sanciones si se comprueba negligencia o incumplimiento de contrato por parte de los contratistas.
La carretera Monte de la Jagua, representa una vía estratégica para el desarrollo de la zona norte de Moca, ya que facilita el acceso rápido al aeropuerto y a otros centros logísticos del Cibao. Por ello, los comunitarios advierten que permitir su deterioro es dar un paso atrás en la conectividad y seguridad vial de la región.
Los residentes y movimientos sociales llaman a la ciudadanía a mantenerse vigilante y a reclamar obras de calidad que perduren, no promesas que se deshacen con el tiempo y el asfalto.
Por Luis Ramón López