Cuando depositas tu dinero en un banco comercial, como parte de tu nómina, ahorro o ingreso diario, podrías pensar que ese dinero simplemente “descansa” allí hasta que lo uses.
Sin embargo, detrás de esa aparente calma se esconde un complejo sistema financiero que mueve y multiplica el dinero, generando beneficios tanto para el banco como, en teoría, para la economía en general.
Contrario a lo que muchos imaginan, los bancos no guardan todo tu dinero en bóvedas. En realidad, apenas conservan una fracción de los depósitos totales, un principio conocido como banca de reserva fraccionaria.
Esto significa que si depositas $1,000, el banco está obligado a conservar solo una parte, por ejemplo, el 10%, como reserva. El resto puede prestarlo o invertirlo.
El grueso del dinero que depositas es utilizado para otorgar préstamos a otras personas o empresas. Estos préstamos incluyen hipotecas, créditos personales, préstamos automotrices, o líneas de crédito para negocios. A cambio, el banco cobra intereses, que son su principal fuente de ingresos.
Por ejemplo, si alguien pide un préstamo hipotecario con una tasa del 8% anual, el banco gana ese porcentaje sobre el dinero prestado. Mientras tanto, tú tal vez estás recibiendo solo un 1% o 2% por tus ahorros en una cuenta tradicional.
Además de prestar, los bancos también invierten parte del dinero en bonos del gobierno, acciones, fondos de inversión y otros instrumentos financieros. Estas inversiones pueden generar altos rendimientos, aunque también implican ciertos riesgos.
Sin embargo, la mayoría de los bancos están fuertemente regulados para evitar inversiones demasiado arriesgadas que puedan comprometer la estabilidad financiera.
Tu dinero también permite al banco operar otros servicios: tarjetas de crédito, transferencias, seguros, compra y venta de divisas, etc. Muchos de estos servicios generan comisiones, lo que representa otra fuente de ingreso para la institución bancaria.
En una cuenta tradicional, el rendimiento para el cliente suele ser bajo. Sin embargo, el sistema bancario proporciona seguridad, accesibilidad y servicios financieros que permiten mover la economía. Si bien el banco gana más que tú con tu dinero, tú obtienes liquidez, acceso a crédito y respaldo institucional.
No obstante, con el auge de nuevas tecnologías y fintechs, están surgiendo alternativas que ofrecen mayores rendimientos, como cuentas de inversión automática, criptomonedas o plataformas de préstamos entre particulares (P2P), desafiando el modelo tradicional.
Los bancos comerciales no son simples “guardianes” de tu dinero: son actores clave del sistema financiero que lo mueven, prestan, invierten y multiplican. Entender esto es fundamental para tomar decisiones financieras informadas y, por qué no, exigir más por el valor de tu dinero.
Los bancos operan bajo un sistema llamado Reserva Fraccionaria. Están usando tu dinero como si fuera suyo. El banco presta tu dinero como crédito personal al 20%, lo convierten en hipoteca al 7%, financian autos al 12% y de eso solo recibe un 1% o 2%.
Por Luis Ramón López