Milagro en la celda 7

Uno de mis fans, excelente colaborador en el área laboral, me exigió, con el derecho que se ha ganado por ser mi amigo y fiel seguidor, que escriba sobre una película, que tanto él como otra persona muy querida, me habían recomendado, “Milagro en la celda 7”.

Aunque en ocasiones digo que no sé escribir por encargo, otras, pienso que sí, que puedo.

No soy crítica de cine, ni pienso contarla, pero sí garantizo un drama excelente, del cual es casi imposible salir con los ojos secos.

Es una película turca, disponible en Netflix. El protagonista padece de un Trastorno Cognitivo no identificado y muestra desde el principio, lo difícil que es para los seres humanos “normales”, entender los errores, cuando son cometidos por alguien que tiene un trastorno mental.

Es probable que muchos al ver la actuación magistral del protagonista, piensen, como generalmente ocurre, que es un idiota o un loco, pero la situación es más triste, cuando entienden el padecimiento real.

Vamos a hablar de Memo (Aras Bulut Lynemli), personaje que interpreta a un pastor que padece un Trastorno cognitivo no identificado. Es posible que muchos de los que lean esto se pregunten: ¿Con qué se come eso?

Eso se come con tristeza, debido a que el mismo afecta las funciones cognitivas de nuestro organismo.

Estas funciones nos permiten realizar cualquier tarea que tenga que ver con que los seres humanos reciban, seleccionen, almacenen y recuperen las informaciones. Aspectos indispensables para poder desempeñarnos en el mundo que nos rodea.

Analizando detenidamente, podemos ponernos en el lugar de Memo, y entender, que aunque él hiciera esfuerzos extremos, la ausencia de esas capacidades en su cerebro, lo inhabilitaban para el resto de su vida.

Este aprendizaje nos ayuda a entender sus actuaciones incomprendidas, pero el mensaje más contundente, es que, a pesar de ese desperfecto cerebral tan grande, este no le afectó la capacidad de expresar el amor, de una manera excepcional, a su pequeña Ova (Nisa Sofiya Aksongur).

Una reflexión luego de verla, sufrir y llorar: Es importante dar gracias a Dios por la salud mental de nuestros hijos, y observar desde pequeños, cualquier conducta extraña, ya que es posible que, al detectarla a tiempo, podamos encontrar soluciones.

Por Epifania de la Cruz (epifaniadelacruz@ gmail.com / www.renacerparatodos.net)
*La autora es psicóloga clínica

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